La Máquina Del Tiempo

Ni en mis más locos sueños me lo hubiera imaginado ni en 1977 ni en 1996, pero hoy ya llevo poco más de dos años viviendo y trabajando aquí. Y me seguiré quedando en Tingo un buen rato, no sólo porque tenga un emprendimiento aquí, sino entre otras razones porque es una ciudad segura, acogedora, y donde para salir a alguna reunión se llega en 10 minutos, sin tener que sufrir hora y media de horroroso tráfico.

El Viaje Continúa: Cambios

Uno no se imagina que se puede vivir de otra forma. Uno no sabe que puede cortar el cordón umbilical que nos une a la ciudad, hasta que lo hace. Uno no cree que puede sacar el pie del acelerador o de plano salirse de la "rat race" hasta que lo hace. Uno cree imposible desconectarse de todo tipo de tecnología, hasta que lo hace. Y de pronto se encuentra uno preguntándose cómo pudimos pasar tantos años viviendo de esa forma.

#ClassOf2020 dos años después.

Mi hija y sus compañeros respondieron admirablemente cuando iniciaron clases virtuales. Sacaron fuerzas y siguieron adelante incluso cuando quedó tristemente claro que no había fecha de retorno al colegio.

Nostalgias Pre-Pandémicas

Una tarde de Abril del 2020 me notificaron en el aula donde estaba haciendo mi clase: «Profesora, se interrumpen las actividades, a partir de este momento entramos en suspensión de clases por cuarentena. Alumnos, por favor retirarse en orden».

Todos Vuelven. El Viaje Sigue Adelante.

Mi vida ha dado un giro tremendo. En realidad, ya me ha ocurrido varias veces que mi camino da un giro tremendo, y ya me tuve que reinventar (a todo nivel) y relanzar varias veces. Resiliencia que le llaman. Pero claro, una cosa es que a una le pase eso a los 20, 30, 35 años, y otra que ocurra ya entrada en la quinta década.

La vida es un gran viaje (2)

Hagamos que nuestro viaje por la vida sea agradable para nosotros mismos y para todos los que nos rodean y todos los que cruzarán nuestros caminos en algún momento.

Viajes: Cusco, inagotable

Cusco no sólo es el monumento o la postal para el turista: es, sobre todo, una ciudad viva, habitada por gente real. Locales, viajeros, turistas, comerciantes, campesinos, jóvenes, viejos: todos ellos viviendo en una hermosa ciudad-leyenda que se ha convertido en una gran urbe con problemas muy reales

Tarata, 22 años.

Cada vez que voy a este sitio recuerdo la mañana de 1992 que me tocó ir a hacer fotos allí (carnet de prensa en mano), al día siguiente del atentado con coche-bomba en la calle Tarata. Tenía que hacer fotos de lo que había quedado: el lugar parecía una zona de guerra en medio de la ciudad.

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