Ni en mis más locos sueños me lo hubiera imaginado ni en 1977 ni en 1996, pero hoy ya llevo poco más de dos años viviendo y trabajando aquí. Y me seguiré quedando en Tingo un buen rato, no sólo porque tenga un emprendimiento aquí, sino entre otras razones porque es una ciudad segura, acogedora, y donde para salir a alguna reunión se llega en 10 minutos, sin tener que sufrir hora y media de horroroso tráfico.
Los «Ríos Voladores»
Eestos ríos voladores pueden transportar tanta o más agua que el propio río Amazonas. Sin ellos, gran parte de Sudamérica sería un erial. A estos ingentes flujos de humedad les debemos la vida. Son estos ríos voladores los que alimentan los ríos andinos, irrigan valles y campos, y posibilitan que grandes ciudades como Bogotá, Lima, Quito y La Paz tengan agua.