Salimos tarde de Junín, para pasar la noche en Huánuco y salir muy temprano hacia Tingo María. Como llegamos ya casi de noche, agotados, y sólo queríamos dormir, nos alojamos en el céntrico Hotel Cuzco (Huánuco 616, Huánuco), un sitio que además de ser limpio, cómodo y cumplidor, tiene cochera y restaurante. Partimos a la mañana siguiente, para encontrarnos con que la carretera de Huánuco a Tingo está en constante mantenimiento y también nos tocó hacer paradas, aunque no tantas ni tan largas como al salir de Lima.
Esta carretera usualmente los viajeros que vienen desde Lima en bus no la ven, porque la mayoría de las rutas de las compañías más conocidas (GyM, Bahía Continental, Turismo Chocano, León de Huánuco) suelen recorrerlas en servicios nocturnos y llegar al amanecer.
A pesar de que puede ser un tanto pesada porque se daña constantemente por las lluvias y los huaycos, y por la cantidad de curvas que tiene, vale la pena recorrerla en auto de día, porque los paisajes que nos presenta son preciosos, cubriendo el cambio progresivo desde los valles interandinos hasta la entrada a la selva húmeda.
Y finalmente llegamos a Tingo María, a descansar, instalarnos y preparar todo para visitar y recorrer esta bella tierra a bordo de nuestro Escarabajo.
En la siguiente entrada continuaré con el relato de nuestras andanzas escarabajiles y claro, les tendré tips viajeros 🙂
El Viaje Continúa 
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