Divagaciones musicales

Una de las cosas buenas de estar cerca de los jóvenes es que el constante contacto con ellos nos mantiene jóvenes, al menos de espíritu. De todo lo que implica el dar clases, esa es una de las cosas que más me agradan. Aunque muchas veces los chicos y yo no compartimos los mismos gustos, el intercambio divierte y nos enriquece, sobre todo a nivel musical. En fin, sacando cuentas no sé quién ha salido ganando más; mientras que ya son varios estudiantes a los que he dejado enganchados con mis intérpretes favoritos de World Music (africanos, que me encantan) a mí me han hecho escuchar… de todo. Con decirles que hasta tengo Bad Romance (sí, la de Lady Gaga) como ringtone del celular. Naaaah, es que es el único que he encontrado que empieza a todo volumen desde el primer milisegundo, y desde que lo puse ya no pierdo llamadas, jeje.

Pero hay momentos… este diálogo tuvo lugar vía chat con un amigo:

– ¡Arrgghhh!!! Se me ha pegado una canción de Pitbull…!

– Tranquila, podría ser peor. A mí se ha pegado la del Cuy Mágico :S

(foto de Lunchbox LP)

Lo poco que había escuchado de Armando Christian Pérez (aka «Pitbull) no sólo nunca me llamó la atención sino que (sorry, fans, no me acribillen mi me apedreen por opinar) además entraba en mi categoría personal de «olvidables sin remordimientos». Ciertamente, un tipo metiendo su carota en primerísimo primer plano y recitando mami que tú estás riiiiiica no encajaba exactamente en mi idea de galán sino más bien en la de acosador. Tampoco me parecía particularmente brillante que sampleara promiscuamente de todo un poco metiéndole por allí un Yo te a vo’a poné a gozá / I know you want me / You know I want cha (etc.). ¡Plop! El rollo macho-latino más supermachista del mundo, si me preguntan, pero en fin, si hay que bailar eso en una fiesta, se baila nomás, tampoco se le va a aguar la fiesta al resto.

Así me sorprendí muchísimo cuando lanzaron Give me everything tonightporque me enganchó casi inmediatamente. Después me di cuenta de que no debía sorprenderme mucho, porque ésta no es solamente de Pitbull, sino un producto colectivo, y claro, ya se sabe  un buen productor, uno creativo y con muchos recursos, puede hacer una gran diferencia en el producto musical. Y allí lo que engancha al oyente no es exactamente el rapeo de Pitbull, sino el olfato electro-dancehall-house de Afrojack. Y claro, los pegajosos vocals en el peculiar timbre de voz de Ne-Yo (quien, por cierto, a veces me hace pensar en Michael Jackson «reloaded» ) Es decir, el temita en cuestión tiene para todos los gustos.

Es claro que si a Pitbull le va tan bien, seguramente que tiene muy buen olfato y, como decimos en mi país, sabe hacer su vaina. En fin, provecho, a quien Dios se la dio, San Pedro se la bendiga, que sus fans sean felices con él… y aunque yo no creo que llegue a ser su fan, he incluido la pegajosa cancioncita de marras en mi playlist de música para hacer ejercicio. Y todos contentos… eso creo!

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3 comentarios sobre “Divagaciones musicales

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  1. Y digo yo, con la vida tan activa que llevas, ¿cuando tienes tiempo para pensar en musica?.
    Es raro yo te veo mas ocupada que yo, pero metida siempre en mil y un cosas, lo cual me parece bueno y envidiable.
    A ver si en el #TwittAndChicken me compartes tu secreto 😀

    Saludos

    Me gusta

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