“En el Perú se crea una entelequia cada día” dice la crítica de arte Élida Román, aludiendo a promesas y ofrecimientos que se han hecho a la ciudadanía y que al final han quedado en el limbo, mientras que los espacios para exponer arte van disminuyendo, nos vamos quedando casi sin concursos de artes plásticas, PetroPerú cierra su galería, y el teatro Municipal de Lima sigue sin reconstruir. “Ahora que tanto se habla de responsabilidad social de las empresas, es necesario recordar que la primera responsabilidad es educar a la gente y permitirle vivir su cultura” afirma.
Vemos que poco a poco nos estamos quedando con cada vez menos espacios para los artistas y las nuevas propuestas…
Hay menos espacios, pero además, creo que la situación actual es diferente. Se ve incluso en el mundo de la música; la tendencia actual es producir cosas que no van a durar, y la expectativa en general es consumir y consumir cosas que se acaban, que no tienen duración, Otra cosa que observo es que ahora el público parecería haber desaparecido. Yo asisto a un, digamos, 85% de las muestras, y lo que veo ya no hay, como antes, un flujo de gente circulando, entrando y saliendo de las exposiciones, sino que se encuentran escasos visitantes. Y cuando ves grupos, suelen ser escolares llevados por su profesor, que a veces los hace copiar dibujando lo que ven… dime si ésa es una manera de incentivar el amor al arte.
¿Es un problema de mentalidad? Cierta vez alguien preguntó que si Perú podía copiar el modelo económico de Chile, por qué no copiábamos también el apoyo a la cultura.
Me invitaron a dar una conferencia en Bolivia. Fue un evento muy interesante, y lo que más me impresionó fue ver el cuidado que tienen allá para todo lo que sea arte: el seminario fue ejemplar, el museo del Banco Central, es todo un modelo, y los demás museos que nos hicieron conocer, igualmente bien organizados y mantenidos. En resumen, en Bolivia, proporcionalmente hay mucho más interés del que hay acá en Perú por este tipo de actividades. Interés y apoyos, del Estado y de las empresas, siendo como es un país más chico, con tanta pobreza y problemas económicos de todo tipo. Acá, en cambio, cuando se quiere sacar adelante una iniciativa cultural, siempre te dicen “austeridad”, “no hay presupuesto”, “no es el momento”; “hay prioridades” y respuestas similares. Hay una falta de asignación de valor al arte. Con el agravante de que en el Perú no existe un genuino periodismo cultural como debe ser.
Hablando de prioridades, pienso en la desactivación de las bienales de Lima, que a pesar de ciertas críticas que recibieron, eran un evento reconocido y que puso al Perú en vitrina…
Y antes de eso las de Trujillo también fueron muy buenas, y nos presentaron a muchos artistas que siguen actualmente vigentes, a pesar de que en esa ciudad no hay galerías ni museos. Pero el gran problema con el trabajo en promoción cultural ha sido y sigue siendo la falta de continuidad y de profesionalismo en el trabajo que se hace. No existe espacio para los profesionales porque todos los cargos y trabajos se cubren con un “copamiento de compadrerías”, y de este modo, personas que no están capacitadas se encuentran tomando decisiones, finalmente, porque son amigos de Fulano o Mengano, y no por capacidades propias o criterios técnicos. Y esto ocurre tanto a nivel estatal como en el privado. O quién sabe si quizás yo estoy viendo las cosas de otra manera que no va de acuerdo con los valores en boga hoy. Pero hablando de continuidad, ¿qué fue del rimbombante anuncio del alcalde Castañeda, de que se iba a hacer en el plazo de un año un museo en el edificio del antiguo ministerio de transportes? No se ha hecho nada y el local sigue vacío, mientras se inauguran unas piletas de trece millones. ¿Por qué no gastar solamente dos millones y hacemos el museo de una vez? Si ya con Casacor ha quedado demostrado que el local puede funcionar muy bien. Y eso, por no mencionar que el Teatro Municipal sigue allí, quemado y sin reconstruir. Con que lo dejen como estaba antes del incendio sería una gran cosa.
Por poner un ejemplo concreto, ¿cómo ves el futuro de las salas y galerías municipales?
Pues… un futuro un tanto anodino. Por ejemplo, la sala Miró Quesada no ha presentado más cosas, han sobreextendido una muestra, y no ha habido más anuncios, y la única novedad ha sido la muestra de Perú21. Hubiera sido preferible que se quedara el equipo de trabajo anterior, aún con todos los cuestionamientos que se le pudieran hacer, y en esa municipalidad ya hay antecedentes de maltrato, por ejemplo a Jorge Villacorta. Pero me parece que ha habido un nivel lamentable de maltrato al equipo anterior. En cuanto a la sala de la Municipalidad de San Isidro, pues me parece que está presentando muestras que ya se presentaron en otra parte. Y claro, a las galerías privadas no se les puede pedir más tampoco, no se le puede pedir que funcione como un museo, que sea un museo, precisamente porque son privadas: una galería tiene que insertarse en el mercado.
¿No se considera valioso al productor de arte?
No se le apoya, pero lo cargan de medallas cuando triunfa por su cuenta afuera, como ocurre con Juan Diego Flórez, como ocurrió con Chuquisengo. O se aplaude mucho a artistas reconocidos en el extranjero como Fernando Bryce… pero cuando la Bienal de Venecia selecciona a dos artistas peruanos, la Subsecretaría de Políticas Culturales de la Cancillería se limita a darles una credencial y una lista de las empresas italianas en el Perú a las que se sugiere pedirles auspicios. Entonces, ¿para qué está esa “Subsecretaría”? ¿Para decirle al artista que él vaya a tocar las puertas? ¡Por favor! Yo les diría a las personas a cargo de estas oficinas, o de Promperú, por ejemplo, ¿cuándo van a empezar a apoyar a nuestros artistas contemporáneos? ¿O es que piensan seguir siempre promoviendo a los incas? La historia es importante, pero estamos vivos, y lo que se hace hoy y ahora también es muy importante. Está muy bien apoyar la gastronomía peruana y los productos de bandera, pero ¿por qué no apoyar también a los artistas? Finalmente, no son áreas excluyentes: son sólo ángulos diferentes de un mismo tema.
jaja.. Isabel es un lindo nombre.Elida Román deberia estar en el espacio que Luis Lama tiene en Caretas, ella es mas precisa y usted deberia preguntarle mas..Interesante su blog. Saludos.
Me gustaMe gusta
estoy dea cuerdo con el comentario anterior, elida roman siempre enseña con sus comentarios y es mas objetiva queluis lama, quien se encargaba de organizar la bienal de lima, y derrepente ya no lucho mas por ella
Me gustaMe gusta
La señora sólo habla de los artistas académicos. Los que hacen carrera mas no son teóricos y no han pasado por lugares «certificados» por alguna resolución del Ministerio de Educación, parece que no cuentan… ¿Así es como quiere crear espacios para artistas? ¿Sólo cree que el arte se hace con un cartón bajo el brazo? ¿No es, el arte, la expresión humana más sublime que existe? Si se trata de tener un respaldo burocrático y negar a los demás, estaríamos hablando de discriminación. Pregúntenle.
Me gustaMe gusta
Élida Román se ha destacado por su profundo y preocupado amor al Perú en el campo de las artes plásticas. Merececería ponerle más atención porque sus aportes confirmarman la triste realidad de los artistas abandonados, luchando sólos sin apoyo y un Estado peruano que no hace o no sabe hacer nada por ellos.
Me gustaMe gusta
No creo que los comentarios sean solo soluciones y también absolutistas,vengan de quien vengan pongamos atención hacia donde se dirigen, existe de por medio mucha discriminación en el campo de las artes, por desconocimientos que existen en la formación educativa e incluso en las mas altas esferas de los que las gobiernan, y se ve un cierto elitismo que a puertas cerradas y a dedo fingen tener la razón y ratificar, confirmar lo que es aceptado como arte o artistas de primer nivel.
Me gustaMe gusta