Uno no se imagina que se puede vivir de otra forma. Uno no sabe que puede cortar el cordón umbilical que nos une a la ciudad, hasta que lo hace. Uno no cree que puede sacar el pie del acelerador o de plano salirse de la "rat race" hasta que lo hace. Uno cree imposible desconectarse de todo tipo de tecnología, hasta que lo hace. Y de pronto se encuentra uno preguntándose cómo pudimos pasar tantos años viviendo de esa forma.