¿Por qué…? (¡muerte a Murphy!)

Arveja furiosa
Arveja furiosa. (Foto: Luis Parravicini)

Algunas cositas que siempre me pasan, y quisiera saber si a ustedes también, o si soy víctima de alguna maldición (o de algún corolario desconocido de la Ley de Murphy).

– Nunca falla: si salgo de casa sin cargar mi música, en la combi no están escuchando ni siquiera Radioprogramas. Si estoy con mi música propia, en la combi están escuchando alguna de esas radios reggaetoneras a un volumen tal que ya parece un bailódromo sobre ruedas.

-Encuentro una oferta que me parece imbatible en Metro, Tottus o Plaza Vea: la compro. Al día siguiente la ponen más barata aún.

– Miro por la ventana, veo el cielo nublado y salgo a la calle con chaqueta. En menos de una hora abre tremendo solazo y me veo obligada a andar cargando la chaqueta bajo el brazo. Por el contrario, si la dejo en casa confiando en que va a despejar, sigue nublado y corre un viento frío de lo más otoñal…

– La probabilidad de que una puerta se cierre accidentalmente con llave se incrementa exponencialmente si una perdió la llave el día anterior. Si no se tiene ni la más mínima idea de dónde o en qué circunstancias se perdió, entonces las probabilidades suben 15,000%.

– La probabilidad de que un niño (mío o ajeno) se resfríe o coja alguna otra enfermedad con fiebre es directamente proporcional al hecho de que la madre tenga algún compromiso (de trabajo o netamente social) importante. Si se trata de un compromiso de tipo ineludible, el malestar del niño ameritará llevarlo a Emergencias.

– A la hora que necesito usarlo, resulta que el seguro contra accidentes que me convencieron de comprar no cubre específicamente aquello que ha sucedido.

– Me pongo a hacer limpieza y tiro un chorro de cosas viejas que juzgo inservibles. Al día siguiente se malogra la cafetera, acudo al servicio técnico, me piden la garantía de la marca… y recuerdo que dentro de la caja vieja en que vino –y que ya boté– habían unos papeles… (etc).

– Estoy ayudando a hacer la tarea a mi hija, y justo cuando estoy con las manos embarradas de goma o témpera… me da comezón debajo de la ropa. Variante: me dan ganas de estornudar.

– La que tampoco falla casi nunca: estoy por salir, con el tiempo justo, y suena el teléfono. Y si decido no contestarlo por miedo a que sea un pesado, después resultó que era una llamada importante.

Y ustedes tienen también anécdotas parecidas?

6 respuestas a “¿Por qué…? (¡muerte a Murphy!)

Add yours

  1. Esta es de mi cosecha:

    «Mientras más ganas tengas de acostarte temprano, mayor será la probabilidad de que tus hijos tengan fiebre o un examen complicado»

    100% garantizado y testeado por esta servidora.

    Me gusta

  2. Lo de los seguros nada tiene que ver con Murphy. Se las saben arreglar para no cubrir nada de lo que es posible. Seguramente cubren daños por huracanes en Lima, pero JAMÁS por terremotos.

    Me gusta

  3. Que cuando se me ocurre alguna estrofa interesante o inteligente no tengo un lapicero cerca, menos aún una hoja y en ese procedimiento de correr a buscarlo se me olvida la frase… y me quedo con la hoja en blanco… todo un desastre.

    Me gusta

  4. -Lo del teléfono, también se da que cuando contestas es alguien que te quita tiempo y después uno dice….. pucha para qué contesté, etc. etc., pero igual ya te quitó tiempo……Todo lo que mencionas es cierto, suele darse…. siempre hay algo, por pequeño que sea, a veces inimaginable, que se presenta y lo altera todo y uno piensa qué piña!!!!!

    Lo que puede sucederte con tu niña, me ocurre con mi mami (cuando está enfermita) ….. Justo cuando estoy atendiéndola, suena el teléfono o alguien toca la puerta……. Es increíble, pero es así….y fácil, nos pasaríamos enumerándolas
    Un abrazo, hasta la próxima

    Me gusta

Deja un comentario

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑