Los indios chinos y mi baúl de recuerdos (post reeditado)

NOTA: Esto lo publiqué originalmente en mi anterior blog el 15 de octubre de 2006. Lo reproduzco hoy ya que acaba de cumplir tres años! … Aquí tienen el post recargado, hoy lunes, día de «refritos».

(Escuchando: “Au Zenith” de Indochine)

“Los indios chinos”. Así apodaba mi mamá a los integrantes del grupo francés “Indochine, que alborotó Lima hacia 1987. Yo estaba acabando sétimo ciclo, y no había fiesta, discoteca ni radio sin ellos. No es que mi mamá se quejara: a pesar de su look a lo The Cure, le encantaban.

Hace algún tiempo bajé del Emule canciones de esa época, pero recién hoy las pasé al reproductor de mp3. Nada más escuchar los primeros compases de “Dizzidence politik” volví inmediatamente a mi cumpleaños número 20, que festejé etílicamente en casa con toooodos mis amigos de la facultad: todos saltando frenéticos como el conejo de las pilas Energizer (bueno, ahora es de Duracell) por la sala. Especialmente mi amiguita Paola, Luchito y yo, que nos volvíamos locos cuando Nicola Sirkis (el vocalista) gritaba “¡¡GUITARRE…!!”

Paola tenía un enamorado que presumía de aprendiz de cineasta, a quien, aparte de ser super celoso, le sabía a chicharrón de sebo que a Paola, a mí y a todos los demás del grupito nos encantara Indochine. Música popular, horror. En realidad, a este cineasta en ciernes, izquierdoso y fanático de la trova cubana, tampoco le gustaba que Paola anduviera tanto conmigo (era una amiga fiel), ni el delineador negro furiosamente punk que nos poníamos, ni nuestros ochenteros pelos erizados, ni menos aún los aretes gigantes ni las falditas cortas con calentadores que usábamos, con zapatos ballerinas. Sí, claro, presumíamos de punkies, pero nuestra colorida ropa y labiales magenta nos delataban como unas chiquillas más bien pinkies.

Todo eso volvió a mi mente en fracciones de segundo cuando volví a escuchar esa canción, luego de tantos años…

Hôpital psychiatrik Staliniste politik
Douche froide et Mogadau
Destruction de ton nom
Amphétamine et autre médecine
PolitBureau pas supermine

A decir verdad, en muchas letras de Indochine se reflejaban ideas anarquistas, pero eso en Perú a nadie le importaba. Es más; creo que nadie se había dado cuenta. En un país donde sólo la gente de los NSE A y B habla más o menos el inglés, casi nadie tenía la más p…eregrina idea de qué decían las letras en francés de “Les Tsars” o “Dizzidence politik”. Los fans sólo querían armar la gran fiesta con sus ídolos, y esperaban que se presentaran pronto en vivo.

El enamorado de Paola, el fan de “Silvio y Pablo” (así se refería a Rodríguez y Milanés, como si fueran sus compadres) tanto presumir de intelectual y tampoco entendía nada, y se burlaba de Paola cuando nos pescaba escuchando, por ejemplo, “A l’assault”… el coro decía al final À l’assault / des ombres sur l’o y el Tirifilo éste nos remedaba diciendo:

Al asao’ /pichula de coco…

Indochine fue un fenómeno sin precedentes en Perú. Sin haber hecho gran promoción, y pese a las barreras idiomáticas, bastó que alguien (no recuerdo quién) lo pusiera en la radio, y llegaron a vender 150,000 vinilos en nuestro medio. Sin contar con la piratería en cassettes.

Nicola, Stéphane y Dominique tuvieron noticias del Perú, decidieron venir a ver qué pasaba acá, y se quedaron atónitos. Tanto, que tiempo después grabarían un tema llamado Bienvenue ches lez nus («Bienvenido al país de los desnudos»).

Para cuando se presentaron en Lima ya era 1988, ya habíamos salido de las aulas, Paola estaba becada en el extranjero (mandó al diablo a Tirifilo) y una de mis primeras comisiones como practicante fue asistir a la conferencia de prensa de Indochine en la Alianza Francesa.

Asistí, aterrada. Me encantaba la idea de conocerlos en persona, pero yo sabía que no sabía en realidad casi nada de ellos. Haber bailado su música no contaba. No encontré nada en los archivos (recuerden, en 1988 no había internet) y para colmo la nota de prensa que mandó el empresario estaba llena de lugares comunes y de adjetivos superlativos, y eso no me decía nada que valiera la pena como punto de partida para una pregunta.

indochineDebí suponer que no era la única en esos apuros. Un reportero, (¿o de repente era alumno de la Alianza Francesa?) más despistado aún que yo, preguntó “¿por qué eligieron venir al Perú?”

Fue un Nicola casi furioso el que respondió:

– No fuimos nosotros. Ustedes nos eligieron. Nos sorprendimos mucho de saber que nuestra música estaba sonando tanto acá.

Decía que Indochine fue un fenómeno sin precedentes en Lima. A su llegada causaron un tremendo alboroto en el aeropuerto: sus dos conciertos programados en el Coliseo Amauta (con JAS como teloneros) agotaron las entradas, y tal fue la demanda que finalmente hubo otras dos fechas. Cuatro fechas con lleno total. Se metieron al bolsillo hasta a la prensa de espectáculos, quienes coincidieron todos en que el espectáculo había sido de primera, en todos los sentidos.

Y pensar que casi nos quedamos sin concierto. Un diputado aprista, el inefable Abdón Vilchez, quien nunca en su vida supo ni qué significa bonjour, se agarró de los títulos de las canciones más populares para hacer un escándalo tratando de impedir sus conciertos en vivo, acusándolos de terroristas y subversivos (por “Dizzidence Politik”), de corruptores de la moral de la juventud (por “Troisième sexe”) y demás idioteces por el estilo.

Ah, los políticos…

A los fans no les importó (a mí tampoco) no saber por entonces quién churchill era Bob Morane, o dónde michi quedaba la jungle birmane. La música era lo más importante. Lo era todo, en realidad. Que Nicola cantara tan abiertamente una canción tan antisistema como “Je suis opportuniste” era lo de menos. Después de todo, ils n’ont pas dit leur dernière mot a l’o…

Y cierro por hoy este capítulo del baúl.

(Allez!!!)

5 respuestas a “Los indios chinos y mi baúl de recuerdos (post reeditado)

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  1. Hasta ahora algunos fans -y periodistas- piensan que los grupos deciden dónde van a tocar, cuando en realidad la cosa es tan simple como ir a donde se les contrata. Por ejemplo, es increíble que muchos pensaran que Soda Stereo habia desestimado al Perú en su primera gira de despedida al no tocar aquí. Fue la economía peruana la que desestimó a Soda Stereo.

    La historia de quién puso a Indochine primero -y por qué- en la radio peruana está contada en alguna página de internet. Recuerdo haberla leído en algún foro. Cosas para la trivia.

    Aún así si Indochine no hubiese tenido un filón político, las canciones eran muy buenas. Además, Indochine tiene una amplia discografía. Aquí solo sonó 1 disco, el Au Zenith.

    Lo último: ¿es cierto que Indochine tocará en Lima próximamente? ¿Y que también viene Cyclope, la otra banda francesa que sonó en los ochenta? Facil es una bola.

    saludos

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  2. Así que Isa y yo estuvimos algún día muy cerca el uno del otro. Y fue en esa Alianza Francesa de la avenida Arequipa de Lima, en 1988.

    Aunque, francamente, a mi todo lo que me interesa por ahora es ver una foto de la periodista y su amiga con sus trajes ochenteros.

    Regards from the Silicon Valley,

    JL

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  3. Interesante tu reportaje. Yo me fui del pais cuando Indochina apenas empezaba a hacerse conocido y claro que recuerdo bailar como enloquecida con sus temas. Lo gracioso fue que al llegar a California, le hice esuchar una cancion de este grupo a una amiga francesa que se mataba de la risa de que la cancion tercer sexo y me decia asombrada que no conocia al grupo… esto me molesto de por vida. Hasta que hace dos a~os, en Francia escuche uno de sus temas en la radio. Y respire con tranquilidad, entonces si fueron conocidos y reconocidos en Francia tambien, y no era algo salido de nuestra retorcida necesidad de que algo sobresaliera y fuese diferente en esos tiempos tan convulsionados…. bien.

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