Feliz Navidad, amigos.

Estoy preparándome para tener energías para este laaaaaaargo día de celebración y chamba casera. De modo que entre el shopping para los regalos me hice un par de regalitos a mí misma (shhh, no sean chismosos), y además… estoy escuchando una preciosa grabación de canciones de Navidad y otra música sacra interpretada por los Niños Cantores de Viena. Ya no me alcanzó el tiempo para pasar por Phantom, pero planeo de todos modos, como sea, comprar «Navidad Afroandina» de José Luis Madueño. Aunque sea después… esa música vale la pena.

Gracias Schatz por enseñarme a usar el E-Mule. Y a todos, sorry, no tengo los datos precisos sobre esta música en en particular porque justamente la bajé zipeada del E-Mule. Pero allí lo pueden encontrar, si les interesa, buscando «Vienna Choir Boys». Es como oír a los propios ángeles.

Ya muchos de ustedes saben de mis aficiones por la música coral: incluso durante algún tiempo fui directora asistente de un coro de niños. Por ello, escuchar a estos niños vieneses me resulta una delicia.

Esto me recuerda una anécdota. Mis enanos cantores habían participado en una interpretación del Réquiem de Fauré (preciosa y emotiva música) junto con un coro adulto, en alguna Semana Santa hace muchos años. Al terminar, un viejito, muy conmovido, se acercó a decirles:

– Muy lindo, muy lindo… ahora sólo tienen que ensayar mucho y un día van a ser como» Los Toribianitos».

(Danza, otra soprano y la Directora hicimos: ¡PLOP!)

Estando en esa fase purista-musical-veinteañera de nuestras vidas corales, solíamos referirnos a aquel elenco infantil como el Coro de Canillitas del Perú, de modo que nos tuvimos que aguantar la carcajada y aceptar la emoción del buen hombre como un cumplido.

¿Por qué siempre termino recordando cosas pasadas? ¿Será por haber cumplido ya los 40? Pero no crean que no miro hacia adelante. Tengo una hija, un esposo, y muchos planes. Pero sobre todo, tengo mucha Fe en que Dios sabrá ayudarme a recorrer el camino que me falta, sea corto o largo.

Y bueno, concretamente, hoy me espera un día largo 😀

Les deseo a todos ustedes una Feliz Nochebuena en compañía de todos sus seres queridos, un grato recuerdo de aquellos que no nos acompañan más en este mundo, y en general, una Navidad inolvidable y llena de paz, amor y armonía.

Feliz Navidad, Amigos.