Carlos Runcie Tanaka: Peruanos en Sao Paulo [2004]

La Bienal de Sao Paulo abrió sus puertas el pasado octubre y nuestro representante nacional, Carlos Runcie, estuvo allí con su trabajo; sin embargo, una vez más tuvo que financiarse él mismo su viaje, estadía y todo lo necesario para su proyecto. Y no fue su primera vez. Ya había pasado por la misma experiencia para poder representarnos en otros importantes eventos internacionales. Otro destacado artista peruano, Fernando Bryce, está en la sección de artistas invitados por los curadores de la Bienal. Lamentablemente, no nos fue posible contactar también a Bryce, como era nuestro deseo original para estas páginas. Runcie comenta sus impresiones y sobre la Bienal y otros temas.

Cuéntanos lo referente a tu participación.
Yo creo que todos estos eventos son de mucha tensión. Hay invitados por la Bienal, que subvenciona sus proyectos y les paga para que puedan asistir; y hay otro grupo de artistas que van como representación nacional de sus países. En este caso cada país es el que en teoría se encarga de asumir o subvencionar los costos de esta representación de acuerdo con sus políticas. En este caso todo corrió a nuestro cargo, y eso lo asumimos (Runcie y Jorge Villacorta, curador de su trabajo) desde un principio. Esto es algo que no quisiera que suceda todo el tiempo, porque creo que condiciona la aceptación de las invitaciones a solamente las personas que pueden financiar sus proyectos. Lo ideal sería que en el futuro podamos tener una política cultural, no solamente en lo referente al arte sino también en otros rubros como el deporte, la educación.

Me recuerdas lo que dijo Alfonso Castrillón, que la política cultural suele ser la última rueda del coche de los gobiernos que hemos tenido.
Eso es comprensible en un país donde faltan tantas cosas, donde hay una pobreza frente a la cual cualquier queja que uno pueda tener no es nada. Lo que no quita que uno deba decir las cosas para que futuros gobiernos se den cuenta de que para la imagen de un país la cultura es importante. Países como Chile, por ejemplo, asumen esto muy bien, y sus artistas van a eventos como la Bienal no sólo con el curador, sino también con un buen catálogo o publicación similar hecha por un Consejo de las Artes o de la Cultura o una entidad de este tipo. Creo que a esto se llega por una evolución social y educativa de un país, y también, claro, por un bienestar económico que lo permita.

Háblame de la instalación que presentaste.
Tiene que ver con el seguimiento del trabajo de un artesano y alarife de la vida, Nicolás Ramos Ccoa, que trabaja en las canteras de Añashuayco (Arequipa) y encuentra en su trabajo diario unas esferas de sillar redondas, que salen del interior de la roca. Algo tan maravilloso e impactante que creo que nadie que haya visto el video pueda dejar de asombrarse. El video es hecho por mí; pero en Sao Paulo presento además otro video de registro, una conversación mía con este alarife, en las canteras, donde él me cuenta por qué colecciona estas esferas, cómo las encuentra.

¿Qué ha sido lo que más te ha impresionado, en general, en Sao Paulo?
Muchas cosas. Por ejemplo, es un espacio de confrontación de ideas, de reunión de artistas de distintas generaciones, miradas muy distintas sobre el quehacer artístico. Ha habido una vuelta a la pintura en esta Bienal lo que es algo que ha sorprendido, pues ya estaba siendo dejada de lado por las instalaciones, la fotografía, el video. Me han impactado cosas como por ejemplo el trabajo del brasileño Bruscky, que traslada toda su habitación; todos los objetos, papeles, archivos, libros, etc. de su habitación para su instalación de la Bienal. Me impactó esa valentía de deshacerse de todos sus objetos por tres meses. Lo que no me pareció tan bien fue que las instalaciones estaban muy próximas unas a otras, no había el espacio de retiro necesario entre ellas para separarlas y un poco que se “mimetizaban” unas con otras. Y eso que el pabellón es enorme. En el segundo piso estaba la pintura, y me pareció excelente el trabajo de Fernando Bryce. Él estuvo como artista invitado, y es una gran satisfacción que un peruano joven logre eso.

A mí me sorprendió ver al propio presidente “Lula” da Silva inaugurándola. ¡Por lo visto ha sido un megaevento!
Y lo promocionan como tal, y este año han decidido no cobrar la entrada, lo cual va a hacer que miles de personas más puedan asistir. Además el pabellón se ubica en un parque muy grande y bonito, donde, y esto es una lección para nosotros los peruanos, se juntan gentes de toda condición social y económica para disfrutar de la naturaleza, de un espacio público que es de todos, y así probablemente también el arte se hace de todos.

Yo pensaba en que, por ejemplo ¿cuándo hemos visto a un presidente o ministro peruano asistiendo a un evento cultural?
Sí pues… imagínate un presidente que sabe que un evento como éste es importante no sólo para los miles de personas que asisten sino para todo su pueblo. Ojalá que se retome nuestra Bienal y que este sueño siga, y que tanto los gobiernos como la empresa privada comprendan que así como se puede gerenciar una selección de fútbol, también se puede trabajar en el arte. No vamos a negar que probablemente existe un público más amplio para el fútbol; pero se puede trabajar ahora para formar público para el futuro.

La Bienal de Lima tuvo también sus críticas..
Pero fue importante. En sus tres ediciones el Perú apareció en las revistas de arte internacionales, y en parte por eso es que tenemos ahora artistas reconocidos afuera, como Fernando Bryce, por ejemplo. Cuando viajo mucha gente me pregunta por la Bienal de Lima: están a la expectativa. Mira, Cuenca (Ecuador) ya va por la octava edición. No es difícil acumular Bienales si se tiene constancia. Yo pienso que sí se puede: creo que hay que querer hacerlo.